El pasado viernes se celebró el acto informativo promovido por el Ayuntamiento de Alburquerque para apoyar, a la vez que informar, sobre la hospedería en el castillo. No hubo duda de que se apoyó el proyecto de hospedería, al menos por dos de los ponentes, ya que el arqueólogo y director de la Comisión Provincial de Patrimonio, Guillermo Kursk se limitó a recalcar la función de dicha Comisión y su actuación respecto a la hospedería.
Respecto a la información aportada, ésta brilló por su ausencia. El primer ponente, el ya mencionado Guillermo Kursk, como ya hemos dicho se limitó a explicar los trámites que la Comisión de Patrimonio ha seguido, queriendo dejar claro que dicha Comisión había aprobado el proyecto básico a la espera de recibir ciertos informes técnicos que se habían solicitado. Pero las preguntas efectuadas por el integrante de la “Plataforma para la Defensa del Patrimonio”, Cándido Mayo, arrojaron nuevas dudas sobre este asunto. Algo que nos llamó la atención es que Guillermo Kursk en ningún momento de su intervención explicó si estaba a favor o en contra de lo que se pretende realizar en el castillo, ni explicó nada acerca del proyecto. Quedamos, por lo tanto, a la espera de la intervención del segundo ponente, el arquitecto Julián Prieto.
Éste ponente, arquitecto es conocido en Alburquerque por dos intervenciones realizadas sobre el patrimonio que, cuando poco, pueden calificarse como controvertidas. Por un lado la intervención en el Recinto de los Portugueses y, por otro, las obras del Pozo de Alcántara. Julián Prieto explicó que todos los monumentos evolucionan a lo largo del tiempo y que toda intervención que se realice sobre éstos habrá de diferenciarse claramente del monumento en sí. Puso varios ejemplos: Catedral de Plasencia, Alhambra de Granada, el Louvre, etc.
Se puede pensar que dejar la impronta del siglo XXI en el Castillo de Alburquerque mediante la construcción de una hospedería es algo que agradecerán las generaciones futuras. Se puede pensar justo lo contrario, que se trata de una adulteración de lo que el monumento en sí representa. Suponemos que estas dos posturas seguirán en un continuo debate a lo largo de los tiempos. Pero, ¿por qué prácticamente la totalidad de las personas que ven el fotomontaje de las obras de la hospedería piensan que eso es una auténtica aberración?, ¿quizás porque el fotomontaje está “manipulado”?, ¿quizás porque tienen “un campo de miras estrecho” ante lo que la arquitectura en realidad representa?, ¿quizás porque “no ven más allá de sus narices”?. Quizás, quién sabe.
El tercer ponente fue la presidenta de la empresa pública "Tourextremadura". Con su charla, la Plataforma tenía muchas expectativas de que por fin se presentasen estudios serios y rigurosos (o de cualquier otra clase) acerca de la viabilidad económica de la hospedería, así como un informe en el que se explicaran con números sobre la mesa los beneficios económicos que obtendría Alburquerque a cambio de la transformación del castillo. Puede ser que muchas personas consideren suficiente la afirmación de que la hospedería creará “30 puestos de trabajo directos” y que “favorecerá al turismo de la zona”. Nosotros consideramos que un proyecto de la magnitud del que se está debatiendo debería tener informes elaborados por técnicos independientes que al menos justifiquen su viabilidad económica. Pero, como era de esperar, tales informes ni se mentaron, quizás porque no existen. Lo que la Plataforma sacó en claro con su intervención fue que la Junta de Extremadura está llevando a cabo un proyecto de creación de una red de hospederías, y que la de Alburquerque sería un pilar fundamental de esa red. Este proyecto hasta el momento no está dando los frutos esperados, ya que las hospederías creadas en Extremadura tienen graves problemas, siendo la mayoría de ellas deficitarias. Quizás sea necesaria una hospedería situada en un castillo para que la red de hospederías empiece a aportar beneficios. Quizás, quién sabe.
Pero ¿qué ocurriría si la hospedería de Alburquerque fuese también deficitaria?. Al menos esta pregunta sí encontró una respuesta en el acto de ayer, de la mano de la intervención del alcalde, Ángel Vadillo. En el caso de que la hospedería no funcionase no habría ningún problema, simplemente “se desmantelaría el ascensor”. Fascinante. Y, por cierto, ¿cómo accederían entonces los minusválidos?. ¿Quizás a través de una simple rampa de acceso?. Quizás, quien sabe.
Al finalizar la intervención de los expertos en patrimonio, el Alcalde realizó la suya. En ella, aparte de la novedad de que el ascensor sería desmontable, vertió sus acostumbradas acusaciones de que toda la oposición al proyecto de la hospedería no es más que una simple artimaña política para dañar su imagen. Además, también continuó con sus críticas a Antonio Manzano, presidente de la Asociación de Amigos de Badajoz. Nada nuevo.
Y como guinda al pastel, el turno de preguntas. Desde que se formuló la primera pregunta, realizada por el corresponsal del Hoy Francis Negrete, pudo comprobarse que los que se oponían a la hospedería no eran bien recibidos. Abucheos, gritos, insultos,..., empezaron a escucharse por la sala. Con las sucesivas preguntas y puntualizaciones que miembros de la Plataforma iban efectuando, los gritos empezaron a subir de tono. Hemos llegado a escuchar rumores, que de confirmarse serían graves, de que el Alcalde de Alburquerque, en un momento en el que se levantó de la mesa, dio órdenes a ciertas personas de que calentaran el ambiente.
En esa situación se realizó la última intervención. Una desafortunada intervención que sirvió para justificar el cierre de la sesión por parte del Alcalde, aduciendo que intentábamos “boicotear el acto”. Es cierto que una intervención como la que se produjo estuvo fuera de lugar, ya que podría interpretarse que tenía cierto cariz político, algo que la Plataforma ha evitado desde sus comienzos. Ante ello la Plataforma no puede más que pedir disculpas, sobre todo porque esa intervención servirá de acicate a la teoría de la conspiración pues añadirán a su lista otra “prueba irrefutable” de nuestra vinculación política, que se ha convertido en uno de los principales argumentos de muchos de los que apoyan la conversión del castillo en hospedería. Además, al servir como excusa para el cierre del acto, nos impidió realizar una serie de preguntas que teníamos previstas.
Puede ser que otras personas tengan una visión distinta del acto celebrado ayer a la que nosotros hemos expuesto aquí, y que quizás, como ya se ha visto en los foros de Alburquerque.net y del hoy haya servido para que algunos dejen de tener dudas y apoyen incondicionalmente la hospedería. Pero nos gustaría lanzar estas preguntas a aquellos que han tenido la posibilidad de ver el acto o que tengan la posibilidad de verlo en la televisión local: ¿creen que se aportó suficiente información que justifique la conversión del castillo en hospedería?, ¿piensan que el trato dado a aquellos que formulaban sus dudas al proyecto fue el adecuado?, ¿consideran que cerrar la sesión con la excusa de que se intentaba boicotear el acto fue una “muestra de diálogo”?.
Según el Alcalde, éste acto informativo será el último que se realizará por su parte. Por nuestra parte, intentaremos seguir informando lo mejor posible sobre este proyecto que tanto nos afecta a todos.
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