COMUNICADO DE LA PLATAFORMA PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO DE ALBURQUERQUE
Como ya señalamos en nuestras últimas intervenciones, durante la campaña política pretendíamos no inmiscuirnos, ya que considerábamos que, como nuestra finalidad no es política, no tenía sentido aparecer en ella. Si embargo, por desgracia, vemos truncado este pensamiento inicial, puesto que de nuevo hemos sido atacados por aquéllos a los que la sinrazón y la rabia ciegan y no les permiten ver más allá de sí mismos. Ahora bien, lo malo es que esta vez el ataque no lo hemos sufrido ninguno de nosotros, sino una persona totalmente ajena a la Plataforma y que no sabe qué es esto. A esta persona lo que le interesa es jugar y divertirse, aspectos éstos propios de su edad. Sí, han escuchado bien, se trata de un niño. Un niño de tan sólo 10 años que tuvo que ver cómo lo que debía haber sido una reprimenda por una travesura, se convirtió en alusiones e insultos hacia él y hacia uno de nosotros. Todo surgió, porque la señora de la casa estaba tumbada en el sofá echándose la siesta y se la interrumpieron. Al despertarse de su fallida siesta, se dirigió al niño diciéndole "que se fuera a casa de su tío para que le "calentara" la cabeza con la hospedería" y otra serie de improperios que un niño no tiene por qué oír y menos, de una persona adulta, que se supone tiene conciencia y es consciente de sus actos. Creemos que esta actuación es la cosa más vil, ruin y cruel que jamás hemos visto. Volvemos a repetir que si alguien tiene algo que reprochar al hecho de estar en contra de un proyecto (y no de ninguna persona), que se desahogue con cualquiera de los miembros de la Plataforma y no utilice a un niño, que nada tiene que ver en este asunto. A quien le interese: el niño estuvo acostado esa tarde aquejado de fuertes dolores de cabeza debido a la situación por la que se le hizo pasar.
Otro suceso de características similares se vivió la pasada Semana Santa, en concreto, el Jueves Santo. Un miembro de la Plataforma acompañado de su mujer e hijas fue objeto de un ataque personal, del que tanto se habla, cuando iban subiendo las escaleras del "Andén". Para sorpresa de todos se les acercó un antiguo concejal del Señor Alcalde y les refirió un par de improperios al hilo de la hospedería o del patrimonio. La hija mayor le preguntó a su padre: "¿Qué ha dicho ese hombre?". Ustedes comprenderán que a uno se le queda "el cuerpo fino" y cara de idiota, pero como este tipo de gente (la que con tanta ligereza se puede permitir insultar sin que nadie diga nada) es tan cobarde, se va sin esperar la réplica. El individuo de este suceso en cuestión salió corriendo como alma que lleva el diablo.
Así pues, nuestras preguntas son: ¿Qué tiempos nos esperan a todos los que de una u otra manera no compartimos opinión con éstos que nos gobiernan? ¿Tendremos que empadronarnos en otras localidades de la comarca para dejar que hagan lo que les apetezca sin que nadie diga nada y de esta forma puedan hacer y deshacer a su antojo? ¿Es éste el futuro que queremos para nuestro pueblo? Si esto es así, nos negamos a aceptarlo. Y además, cada día tenemos más claro que esta situación ha sido creada por el sinfín de amenazas, mentiras e insidias que han vertido sobre nosotros nuestros gobernantes, creando un clima enrarecido jamás conocido hasta ahora en la localidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario