Comunicado original de la plataforma
LA CAÍDA DE UN SÍMBOLO
Ante las últimas noticias sobre las inminentes obras en el castillo para construir una “hospedería de lujo”, un grupo de personas interesadas en la conservación del patrimonio histórico de nuestra histórica villa, Alburquerque, manifestamos nuestro desacuerdo con dichas obras por varios motivos:
1) Creemos que las agresiones que nuestra Villa ha sufrido en sus monumentos a lo largo de los años debido a las distintas actuaciones de nuestras autoridades políticas, tanto locales como regionales, están destruyendo nuestro patrimonio histórico. Recuérdese el convento del llano de monjas o la pérdida para siempre de la Glorieta. Entre las últimas agresiones, podemos señalar la “restauración” del entorno del Pozo de Alcántara. Lo de restauración es un decir porque, más que restauración, lo que se hizo fue una adulteración de ese entorno. Estas agresiones patrimoniales continuaron con las primeras reformas que se realizaron en la línea de defensa conocida como Recinto de los Portugueses. En este caso, y gracias a la manifestación en contra de las mismas, que llevamos a cabo una parte de nuestra población, se impuso el sentido común y se realizaron las modificaciones de manera que esas restauraciones no rompiesen con el entorno histórico en el que se debían de realizar. La cadena de estas agresiones a nuestro patrimonio histórico local continuaron con las reformas que se realizaron en el interior de su fortaleza medieval, aproximadamente por la misma época que las anteriormente citadas, y que culminaron con la construcción de una serie de aulas y de un porche que desentona de una forma escandalosa cuando se divisa el Castillo desde lejos, por lo que uno se puede imaginar la impresión que produce cuando se le observa desde cerca. Años más tarde, en el arreglo del adoquinado de algunas calles del llamado barrio del siglo XVII, no se respetó la disposición del acerado ni de la vía en las calles Miguel Alcantú y de Corianos, pese a la protesta de algunos vecinos. Los adoquines además quedaron mal colocados y actualmente estas calles están peor que antes. No se debe de olvidar tampoco, el intento, por parte de nuestras autoridades locales, de construir una serie de chalets en las inmediaciones de un yacimiento arqueológico, situado en el Risco de San Blas, cercano a la Villa, en el cual figuran una serie de pinturas de tipo esquemático que datan de la Edad del Bronce. En este caso, también la intervención de una parte de la población impidió que el proyecto siguiese adelante. La guinda de este pastel de nefastas actuaciones la puede colocar el pretendido proyecto de la Junta de Extremadura de construir una hospedería de lujo en el monumento principal de nuestra localidad, el Castillo de Luna, una preciosa fortaleza medieval, considerada como una de las mejor conservadas de España. Cuando conocimos el Proyecto de lo que se pretende realizar en él nos invadió una gran tristeza, nos preguntábamos cómo era posible que nuestros máximos representantes tuvieran tan poca sensibilidad a la hora de proteger nuestros monumentos. De las tres fases que tiene el Proyecto, tan sólo la primera es, desde nuestro punto de vista, coherente. Esta primera fase recoge “la consolidación, la restauración y puesta en valor de numerosos elementos arquitectónicos, de los que algunos se encuentran en trance de desaparición”. Las otras dos fases recogen la construcción de edificios de nueva planta. Así, se contempla construir un edificio que sirva de acceso principal a la Hospedería, un núcleo de ascensores vertical de 35 metros, una pasarela ligeramente inclinada de comunicación horizontal de 20 metros, de “hormigón armado coloreado con tierras naturales de la zona”, un túnel de 2m de ancho que comunicará las estancias que se encuentran alrededor de la plaza de armas, cuarenta plazas de aparcamiento, treinta de ellas cubiertas con chapas perforadas “de acero”, y otra serie de intervenciones que no pasamos a relacionar en este artículo por falta de espacio, pero que se pueden consultar en la memoria del Proyecto, que figura con el número de expediente, a0242206, en la página de la Consejería de Economía y Trabajo, de la Junta de Extremadura, en la sección, Servicio de Administración General (Secretaría General). Todas estas actuaciones, desde nuestro punto de vista, chocan frontalmente con el objetivo de nuestras leyes de conservación del patrimonio, que lo que pretenden es eso, conservar nuestro patrimonio.
2) Nuestras autoridades políticas aducen para la defensa de este Proyecto, que la hospedería dinamizará económicamente nuestro Pueblo. Tenemos la convicción de que este hecho afectará de forma negativa, a la economía local, en contra de lo que piensan nuestras autoridades políticas, pues un monumento reformado como se pretende, puede dejar de tener ya tanto interés, alejando al turismo amante del Patrimonio y de la Historia. Además, si nuestras autoridades quieren llevar a cabo inversiones de este tipo en Localidad, lo pueden hacer utilizando para ello otros de edificios, también históricos, pero no de tanto valor, y situados extramuros. Deben de entender que el foco principal de atracción del turismo a Alburquerque lo constituye su Castillo medieval, y que las personas interesadas en el Patrimonio, que lo visitan, lo que pretenden ver es que dicho monumento esté lo menos modificado posible, por lo que reformas importantes que se pretenden llevar a cabo, tanto interiores, como en los alrededores del mismo, adulterarían su esencia histórica, dejando de tener éste ya tanto interés, puesto que a muy pocos interesaría ver en el interior y en las inmediaciones de una fortaleza medieval del siglo XIV, modificaciones, que no restauraciones, del siglo XXI, que desentonan de una forma brutal con el recinto en el que se encuentran. Nuestro Castillo ya tiene funcionalidad por sí mismo, la de servir de testigo de nuestro pasado, de nuestra historia. Nos preguntamos también qué pasará con las actividades que en el castillo y en su entorno se llevan a cabo sobre todo en verano. Debemos tener en cuenta que se trata de una hospedería en donde se van a alojar personas que pagarán un alto precio por descanso y confort. ¿Casa eso con actividades como Contempopránea, el festival medieval, la obra de teatro, el museo viviente o las visitas guiadas al castillo?. Las autoridades han dicho que todas estas actividades están garantizadas, pero sinceramente nos resulta difícil de creer, máxime teniendo en cuenta que la hospedería la va a gestionar una empresa privada.
3) No deja de sorprendernos el hecho de cómo los responsables políticos interpretan ciertas leyes, como si existiera un doble rasero a la hora de aplicarlas, y decimos esto porque, cualquier reforma que se pretenda hacer en nuestro casco histórico ha de respetar de una forma estricta una serie de normas en cuanto a modificación de fachadas, cambio de cubiertas portadas, etc, que, efectivamente, han de cumplirse para que se modifique lo menos posible, para que sus casas y sus calles conserven ese aspecto y esa esencia medieval. Es por ello, que tanto más escrupuloso se debería ser a la hora de restaurar el monumento principal de la Villa, nuestro “Castillo de Luna”.
4) Nuestros políticos han de entender también, que nosotros tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones venideras lo que nuestros antepasados nos han legado, de forma que lo disfruten de la misma manera que nosotros hemos disfrutado de ellos.
Este tipo de monumentos, tan importantes, nos sirven para comprobar que lo que los
investigadores reflejan en sus libros sobre nuestro pasado, se encuentra vivo en algunos edificios como es el caso de nuestro castillo.
Por todo ello, queremos llamar la atención de nuestras autoridades políticas para que recapaciten sobre la conveniencia de seguir adelante con el Proyecto, por lo menos en lo que respecta a sus dos últimas fases, pues la primera la consideramos positiva. Asimismo, deseamos que este artículo sirva para remover las conciencias de todos los alburquerqueños para que alcen su voz en contra de este despropósito, para que no caiga este símbolo de nuestra Villa, para que podamos seguir disfrutando de este maravilloso monumento, buque insignia del patrimonio histórico de Alburquerque.
Queremos que quede claro que no nos mueve ningún interés político y que tampoco nos oponemos al desarrollo económico de nuestra Localidad. El motivo que nos ha impulsado a escribir este manifiesto es intentar evitar un nuevo atentado a nuestro patrimonio histórico.
Plataforma para la defensa del patrimonio de Alburquerque.
1) Creemos que las agresiones que nuestra Villa ha sufrido en sus monumentos a lo largo de los años debido a las distintas actuaciones de nuestras autoridades políticas, tanto locales como regionales, están destruyendo nuestro patrimonio histórico. Recuérdese el convento del llano de monjas o la pérdida para siempre de la Glorieta. Entre las últimas agresiones, podemos señalar la “restauración” del entorno del Pozo de Alcántara. Lo de restauración es un decir porque, más que restauración, lo que se hizo fue una adulteración de ese entorno. Estas agresiones patrimoniales continuaron con las primeras reformas que se realizaron en la línea de defensa conocida como Recinto de los Portugueses. En este caso, y gracias a la manifestación en contra de las mismas, que llevamos a cabo una parte de nuestra población, se impuso el sentido común y se realizaron las modificaciones de manera que esas restauraciones no rompiesen con el entorno histórico en el que se debían de realizar. La cadena de estas agresiones a nuestro patrimonio histórico local continuaron con las reformas que se realizaron en el interior de su fortaleza medieval, aproximadamente por la misma época que las anteriormente citadas, y que culminaron con la construcción de una serie de aulas y de un porche que desentona de una forma escandalosa cuando se divisa el Castillo desde lejos, por lo que uno se puede imaginar la impresión que produce cuando se le observa desde cerca. Años más tarde, en el arreglo del adoquinado de algunas calles del llamado barrio del siglo XVII, no se respetó la disposición del acerado ni de la vía en las calles Miguel Alcantú y de Corianos, pese a la protesta de algunos vecinos. Los adoquines además quedaron mal colocados y actualmente estas calles están peor que antes. No se debe de olvidar tampoco, el intento, por parte de nuestras autoridades locales, de construir una serie de chalets en las inmediaciones de un yacimiento arqueológico, situado en el Risco de San Blas, cercano a la Villa, en el cual figuran una serie de pinturas de tipo esquemático que datan de la Edad del Bronce. En este caso, también la intervención de una parte de la población impidió que el proyecto siguiese adelante. La guinda de este pastel de nefastas actuaciones la puede colocar el pretendido proyecto de la Junta de Extremadura de construir una hospedería de lujo en el monumento principal de nuestra localidad, el Castillo de Luna, una preciosa fortaleza medieval, considerada como una de las mejor conservadas de España. Cuando conocimos el Proyecto de lo que se pretende realizar en él nos invadió una gran tristeza, nos preguntábamos cómo era posible que nuestros máximos representantes tuvieran tan poca sensibilidad a la hora de proteger nuestros monumentos. De las tres fases que tiene el Proyecto, tan sólo la primera es, desde nuestro punto de vista, coherente. Esta primera fase recoge “la consolidación, la restauración y puesta en valor de numerosos elementos arquitectónicos, de los que algunos se encuentran en trance de desaparición”. Las otras dos fases recogen la construcción de edificios de nueva planta. Así, se contempla construir un edificio que sirva de acceso principal a la Hospedería, un núcleo de ascensores vertical de 35 metros, una pasarela ligeramente inclinada de comunicación horizontal de 20 metros, de “hormigón armado coloreado con tierras naturales de la zona”, un túnel de 2m de ancho que comunicará las estancias que se encuentran alrededor de la plaza de armas, cuarenta plazas de aparcamiento, treinta de ellas cubiertas con chapas perforadas “de acero”, y otra serie de intervenciones que no pasamos a relacionar en este artículo por falta de espacio, pero que se pueden consultar en la memoria del Proyecto, que figura con el número de expediente, a0242206, en la página de la Consejería de Economía y Trabajo, de la Junta de Extremadura, en la sección, Servicio de Administración General (Secretaría General). Todas estas actuaciones, desde nuestro punto de vista, chocan frontalmente con el objetivo de nuestras leyes de conservación del patrimonio, que lo que pretenden es eso, conservar nuestro patrimonio.
2) Nuestras autoridades políticas aducen para la defensa de este Proyecto, que la hospedería dinamizará económicamente nuestro Pueblo. Tenemos la convicción de que este hecho afectará de forma negativa, a la economía local, en contra de lo que piensan nuestras autoridades políticas, pues un monumento reformado como se pretende, puede dejar de tener ya tanto interés, alejando al turismo amante del Patrimonio y de la Historia. Además, si nuestras autoridades quieren llevar a cabo inversiones de este tipo en Localidad, lo pueden hacer utilizando para ello otros de edificios, también históricos, pero no de tanto valor, y situados extramuros. Deben de entender que el foco principal de atracción del turismo a Alburquerque lo constituye su Castillo medieval, y que las personas interesadas en el Patrimonio, que lo visitan, lo que pretenden ver es que dicho monumento esté lo menos modificado posible, por lo que reformas importantes que se pretenden llevar a cabo, tanto interiores, como en los alrededores del mismo, adulterarían su esencia histórica, dejando de tener éste ya tanto interés, puesto que a muy pocos interesaría ver en el interior y en las inmediaciones de una fortaleza medieval del siglo XIV, modificaciones, que no restauraciones, del siglo XXI, que desentonan de una forma brutal con el recinto en el que se encuentran. Nuestro Castillo ya tiene funcionalidad por sí mismo, la de servir de testigo de nuestro pasado, de nuestra historia. Nos preguntamos también qué pasará con las actividades que en el castillo y en su entorno se llevan a cabo sobre todo en verano. Debemos tener en cuenta que se trata de una hospedería en donde se van a alojar personas que pagarán un alto precio por descanso y confort. ¿Casa eso con actividades como Contempopránea, el festival medieval, la obra de teatro, el museo viviente o las visitas guiadas al castillo?. Las autoridades han dicho que todas estas actividades están garantizadas, pero sinceramente nos resulta difícil de creer, máxime teniendo en cuenta que la hospedería la va a gestionar una empresa privada.
3) No deja de sorprendernos el hecho de cómo los responsables políticos interpretan ciertas leyes, como si existiera un doble rasero a la hora de aplicarlas, y decimos esto porque, cualquier reforma que se pretenda hacer en nuestro casco histórico ha de respetar de una forma estricta una serie de normas en cuanto a modificación de fachadas, cambio de cubiertas portadas, etc, que, efectivamente, han de cumplirse para que se modifique lo menos posible, para que sus casas y sus calles conserven ese aspecto y esa esencia medieval. Es por ello, que tanto más escrupuloso se debería ser a la hora de restaurar el monumento principal de la Villa, nuestro “Castillo de Luna”.
4) Nuestros políticos han de entender también, que nosotros tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones venideras lo que nuestros antepasados nos han legado, de forma que lo disfruten de la misma manera que nosotros hemos disfrutado de ellos.
Este tipo de monumentos, tan importantes, nos sirven para comprobar que lo que los
investigadores reflejan en sus libros sobre nuestro pasado, se encuentra vivo en algunos edificios como es el caso de nuestro castillo.
Por todo ello, queremos llamar la atención de nuestras autoridades políticas para que recapaciten sobre la conveniencia de seguir adelante con el Proyecto, por lo menos en lo que respecta a sus dos últimas fases, pues la primera la consideramos positiva. Asimismo, deseamos que este artículo sirva para remover las conciencias de todos los alburquerqueños para que alcen su voz en contra de este despropósito, para que no caiga este símbolo de nuestra Villa, para que podamos seguir disfrutando de este maravilloso monumento, buque insignia del patrimonio histórico de Alburquerque.
Queremos que quede claro que no nos mueve ningún interés político y que tampoco nos oponemos al desarrollo económico de nuestra Localidad. El motivo que nos ha impulsado a escribir este manifiesto es intentar evitar un nuevo atentado a nuestro patrimonio histórico.
Plataforma para la defensa del patrimonio de Alburquerque.